El alcohol bencílico o bencenmetanol es un alcohol claro, sin color y aromático cuya fórmula química es C₆H₅CH₂OH o C7H8O, el cual se encuentra en estado líquido a temperatura ambiente.
Está catalogado dentro de los alcoholes aromáticos. Tiene un punto de ebullición de 205°C y un punto de inflamación de 101°C, lo que significa que es una sustancia que difícilmente se evapora e inflama en condiciones ambientales normales y lejos de fuentes de calor.
Usos del alcohol bencílico
El alcohol bencílico tiene propiedades desinfectantes, conservadoras y disolventes. Lo anterior hace que esta sustancia se preste a una gran versatilidad en diversas aplicaciones dentro de la industria.
El alcohol bencílico tiene varios usos. Se utiliza en la preparación de productos de desinfección y limpieza, para la elaboración de fragancias, como disolvente para los recubrimientos de base solvente y para que las tintas sequen fácilmente.
En el caso particular de las fragancias, el alcohol bencílico se encuentra presente en muchos de los suavizantes para la ropa y en otras fragancias ya que proporciona un aroma a flores. Sin embargo, el alcohol bencílico en los suavizantes puede provocar reacciones secundarias.
Además, el alcohol bencílico tiene propiedades como conservador y antimicrobiano en una gran variedad de productos, entre ellos un champú libre de parabenos.
El alcohol bencílico en el tratamiento de la pediculosis
El alcohol bencílico se popularizó en años anteriores como tratamiento contra piojos y liendres en forma de tópico para su aplicación en el cabello y cuero cabelludo. El principio es que este alcohol abre el espiráculo de los piojos adultos, permitiendo que entren los principios activos que los matan.
El tratamiento con alcohol bencílico prescribe al menos dos aplicaciones, por su carácter de pediculicida no ovicida: la primera para matar a los adultos vivos, y la segunda para matar a los individuos recién eclosionados de las liendres antes de que se reproduzcan nuevamente.
Precauciones con el alcohol bencílico
El alcohol bencílico debe almacenarse en lugares frescos y secos, fuera del alcance de la luz solar y de fuentes de calor directas para evitar la inflamación. Asimismo, el envase en el que se almacene debe permanecer bien cerrado para evitar la oxidación del alcohol.
Esta sustancia es irritante y altamente nociva si se ingiere. En caso de contacto con ojos o piel, debe lavarse con abundante agua y retirar ropa, si esta se contaminó. En caso de ingestión, es preciso buscar atención médica inmediata.
Siguiendo todas las precauciones y almacenando correctamente el alcohol bencílico, este puede durar en buen estado hasta un año.