Te invitamos a descubrir el origen de la vainillina sintética, al igual que sus múltiples aplicaciones en la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica. Sigue leyendo y entérate.
Vainillina: ¿qué es?
La vainillina, es el principal componente del extracto de vainilla, responsable de su aroma y sabor. En su forma natural se obtiene de la vaina de la vainilla. Sin embargo, la mayoría de la vainillina utilizada en la industria proviene de un proceso de síntesis química.
La vainillina se distingue fácilmente por su color blanco o ligeramente amarillo, su aroma dulce y su solubilidad en cloroformo. En cuanto a su composición química, los grupos funcionales de la vainillina son aldehído, éter y fenol.
De hecho, la versión sintética de la vainillina comenzó a adquirir relevancia como saborizante en la década de 1930. Lo anterior ocurrió porque, en aquel entonces, la producción del aceite esencial del clavo fue interrumpida.
En la actualidad, la industria tiende a utilizar la vainillina sintética con más frecuencia. Esto porque los procesos de producción tradicionales generan que el costo de la vainillina natural, en comparación con la sintética, sea significativamente mayor. Además, el cultivo de plantas de vainilla sólo se da en condiciones muy específicas.
¿Sabías que…?
A nivel mundial, la producción anual de vainilla natural es reducida (aproximadamente 50 toneladas), mientras que la producción de vainillina sintética es de casi 20,000 toneladas.
Vainillina sintética: obtención y formas
Para su síntesis química se utilizan precursores sintéticos como coniferina, guayacol y eugenol. Estos compuestos son fáciles de conseguir, lo que hace que el proceso sea menos costoso que la cosecha de vainilla natural.
Con el tiempo se han sintetizado diferentes formas de vainillina; dos de las más importantes son la metilvainillina y la etilvainillina. La primera es el compuesto que se usa con mayor frecuencia en la industria alimentaria. La segunda posee un olor y sabor más fuertes; por esta razón, es común que sea más costosa que la metilvainillina.
¿Cuáles son las aplicaciones de la vainillina?
Al no representar riesgos para la salud, su uso se ha extendido a diversas industrias:
Industria alimentaria
Esta sustancia se utiliza como aromatizante y saborizante en alimentos y bebidas, como helados, pasteles, gelatinas, chocolates, entre otros. Incluso puede haber pequeñas concentraciones de aroma de vainilla en el aceite de oliva o la mantequilla. Poca cantidad puede aportar un intenso aroma y sabor.
Industria cosmética y perfumería
Debido a su agradable fragancia, se considera a la vainillina como fijador de perfumes, es decir, contribuye a que el aroma del perfume perdure. Algunas cremas corporales y otros productos de cuidado personal también suelen incluirla.
¿Tiene beneficios en la salud?
Las aplicaciones de la vainillina no se limitan a la cosmética o la alimentación. En el ámbito farmacéutico, se añade a ciertos medicamentos para enmascarar y mejorar los sabores desagradables, facilitando su ingesta por parte del paciente.
¿Qué precauciones tener al manipular la vainillina?
Durante su manejo, se recomienda usar equipo de protección personal y evitar el contacto con ojos y piel, así como inhalar su polvo. En caso de que haya malestar, es primordial buscar atención médica.
La vainillina debe almacenarse en un lugar fresco y bien ventilado. Para prevenir incendios, es importante mantenerla alejada del calor, de la luz y de fuentes de ignición.



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